domingo, 16 de septiembre de 2012

Capítulo 3: Decepción

Sí, en esta vida, todo está lleno de decepciones. Te decepcionan tus padres, tus amigos, las notas de clase, la vida que anhelaste tener, hasta esos zapatos que compraste en rebajas que ahora no te van con nada.
Pues así me siento, decepcionada. Me han defraudado, quizás él no tenga la culpa y sea de sus padres, pero directa o indirectamente me afecta a mi, el marrón me lo como yo.

Pensé que en este blog solo hablaría de mis aventuras por Granada y que no habría ningún capítulo triste, pero no es así, supongo que en esta vida, nada es color de rosa, hay partes oscuras de las que necesitas llorar para poder así, sentirte bien, a mi me hace sentir bien llorar.

He estado hablando con mi madre, ha sido comprensiva, y me ha escuchado. Le he contado como a medida que han ido pasando los días se me ha acumulado todo. Una carrera que no me gusta, al esperar entrar en psicología, me ha condicionado a estudiar la carrera en horario de tarde. No estudio lo que quiero. En el piso no conozco a nadie, Andrés no se queda con la habitación por problemas familiares. El disco de Billy Talent no ha salido ni creo que salga, sí, es una tontería, pero para mi fue un golpe muy duro. Intento hacerle entrar a mi chico en razón de planes que él se monta y que no darán lugar más que a gastos inecesarios y recibo un hachazo. Supongo que ha sido un cúmulo de cosas las que me han hecho que me tire media tarde llorando, llorando de rabia y dolor.

Pero bueno, la decepción es una amiga de la que caminamos a su lado sin darnos cuenta.

1 comentario:

  1. sabes que te quiero a rabiar no? aunque estemos lejos :) me da igual seguiré estando a tu lado para que cuentes conmigo

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