miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mi pequeña...

 Como un día normal, llegaba de la facultad muerta, cansada. Decidí ir al mercadona y comprar detergente que se me había agotado, de paso compré un par de yogures a 0.70 céntimos, me gustaba tener algo de postre tras las comidas. Llovía a mares, me estaba empapando debido a la inestabilidad con la que andaba, la compra pesaba demasiado, la carpeta de la universidad también y mi bolso estaba repleto.
Comencé a agobiarme, no sabía que hacer, así que decidí mojarme para poder así salvar los apuntes. Al fin llegué a casa, vi la propaganda y me dije "vamos a ver el folleto de Mediamark". Lo subí arriba a mi habitación.
Me dediqué a ordenar un poco el dormitorio, lo dejé algo desordenado por las prisas. Al fin me senté y decidí echarle un vistazo al folleto de Mediamark. Por lo visto era el aniversario del Mediamark pero sólo el de Granada, cumplía 7 años. Observé las tremendas ofertas que había, eran bastante llamativas. Y fue ahí, cuando pasé la página a la sección fotografía cuando me quedé helada.

"CANON 550D A MITAD DE PRECIO, POR TAN SOLO 399 €"

Pude notar como me subía un escalofrío y me recorría todo el cuerpo, no me lo podía creer. La cámara que yo quería a la mitad de precio, era espectacular. Respiré hondo y llamé a mi padre comentándole la oferta y el motivo por el cual debía comprarla ahora y no en Navidad que me saldría por casi 700 euros. Mi padre se mostró compasivo pero pude notar el "no" en sus palabras. Más tarde llamé a mi madre y me comenzó a decir todos los gastos que tenían, yo no pude evitarlo y rompí a llorar. Lloraba por la rabia de dejar escapar una oferta así. 
Pedro y Andy me apoyaron, y me comprendieron. Por una parte no quería la cámara por tal de no poner a mis padres en un compromiso, por otro lado, era una oferta que no podía dejar escapar. Esa noche dormimos los tres juntos en mi dormitorio, los dos metieron sus camas en el mío y estuvimos hasta las 5 de la madrugada charlando y riéndonos. 

A las diez y media sonó el reloj. Sin cansancio me levanté y pude observar que tenía tres llamadas perdidas de mi padre y un Whatssap de mi madre. Fui a llamarla para saber la respuesta, iba a aceptarla fuera negativa o positiva. 

"Tu padre te ha ingresado 400 euros, comprate la cámara pero asume que tienes que responder con hechos"

Mi corazón comenzó a latir con más fuerza que nunca. Me duché y miré al cielo, llovía como si no hubiera mañana, aún así, salí. No tenía ni idea de donde estaba el Mediamark, pero gracias a Google pude ubicarme. Fui andando, corriendo, hasta la estación, allí mi amiga Bea, había decidido acompañarme y mostrarme así, el camino a mi sueño. Cogimos el bus 3 y nos plantamos en la otra punta de Granada.

Cuando entré en el Mediamark aún tenía miedo de saber si la oferta era cierta o falsa, si todo había sido un sueño. Pero no, allí estaba ella, 399 euros cuerpo+objetivo. Me dieron ganas de saltar, gritar, llorar... pero me controlé, ya era lo suficientemente madura como para saber comportarme. Decidí comprarle la funda, para cuidarla como si fuera de oro. Cuando estábamos en la cola para pagar, mi mente se lleno de miedos "funcionará la tarjeta?" "¿estará el dinero?". No paraba de rallarme por preguntas sin sentido. Metí la tarjeta y pude ver "ACEPTADA". Fue cuando respiré hondo y dije mentalmente "¡¡¡¡MIIIIIAAAA!!!!!"

La vuelta fue lo peor, aún seguía lloviendo, y yo tenía miedo de que la cámara se mojara. Cuando Bea me dejó en la estación, cogí el último bus, el número 10 para llegar a casa. Entré en la calle Santa Clotilde asustada porque alguien me robara mi tesoro y me apresuré en abrir la puerta de mi casa.

De repente escucho "¡¡ANA TIENE UNA REFLEX, AL FIN, OE OE OE OE!! ¡TIA BUENA, FOTOGRAFA!". Eran mis compis de piso gritándome desde el balcón, no pude ponerme más contenta pese al cansacio acumulado. Subí las escaleras con cuidado para no resbalar y caerme y ahí estaban los dos, coreando mi nombre. Me recibieron entre besos, abrazos y un ¡queremos ver la cámara, haz la primera foto! Miré el reloj y vi lo tarde que era, así que puse la comida a calentar y corri a abrir la cámara y hacer la primera foto. La primera fue dedicada a mi mural de Billy Talent. Pude observar la cantidad de botones y de funciones que tenía mi Canon 550D. Me quedé impresionada. 

Comí y me fui a la universidad, había quedado con Bea y Aigua en la biblioteca. Mientras llegaban o no, yo me leía las funciones de la Canon, me llevé el folleto. Hicimos el trabajo, atendimos en Ciencia Política, hicimos un examen sorpresa en Análisis, en el anterior saqué un 6, cosa que me desmotivó bastante. Corrí hacía casa y me puse a ordenar el cuarto. 
Pedro llegó y se ofreció para hacerme la cena, se lo agradecí enormemente. Cené y me encerré en mi cuarto aprendiendo a usar la Canon. 

Aún me queda mucho recorrido para saber usarla como una profesional, pero juro que lo conseguiré. 

Bienvenida Canon 550D

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