miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014.

Este ha sido el año que más emociones he sentido en toda mi vida. Se puede resumir en:
Año del amor, del desamor, de la esperanza y el dolor, de la amistad y la enemistad.

Recuerdo conforme iban sonando las campanadas anunciando el nuevo año 2014, a mi me colmaban de besos. El año comenzó lleno de amor y nuevas esperanzas. Recuerdo como en enero, en Málaga junto a mi pareja (por aquel entonces) empezaron mis problemas con los riñones. Tuve unas piedras, o arena, no me lo aclararon pero sí que me jodieron muchísimo. Tuve que ir al hospital y que me pincharan y ¡odio que me pinchen! total que yo volví a Granada a seguir con mis estudios, comencé a prepararme para los exámenes y ¿qué ocurre? a Ana le vuelven a dar problemas los riñones. Mis compañeros de piso me llevaron al hospital y lo mismo, otra vez piedras, otra vez pincharme... encima no pude repasar para mis exámenes, y uno de ellos, historia, lo suspendí. Qué rabia que me dio. Fue una etapa bastante jodida pues el dolor que sentí fue insoportable, jamás había sentido algo así, pero bueh, fue algo que tuve que pasar. Las causas a día de hoy, aún se desconocen, cosa que me molesta ya que me hicieron varias analíticas y análisis de orina pero bueno, no pude hacer nada más que aguantar e inflarme a medicamentos que me sentaban muuuuuy mal.

Llegaron como he dicho antes los exámenes, y pese a estar mala, me presenté a todos menos al primero que era cuando peor estaba. Los aprobé todos y eso me hizo que me llenara de energía. este curso tuve la suerte de poder ir de mañanas, lo cual me dio muchísimo tiempo. Tiempo para mi y para mis gaticos. Como ya bien dije en el blog del año pasado, este año me fui a vivir con Jacob y Aigua, unos compañeros de clase. En realidad lo pasábamos genial, aunque había ciertas redecillas que finalmente acabaron con el buen rollo, pero eso es algo que contaré más adelante.

Este año empezó de una manera muy romántica pero conforme fueron pasando los meses, la cosa fue cambiando. Recuerdo como poco a poco fui eliminando a ciertas personas de mi vida que me habían hecho daño en el pasado. Mi relación con V era lo mejor que me había pasado nunca. Estaba muy muy enamorada de él, tanto que a día de hoy me duele. Nos veíamos todo lo que podíamos, todo iba cada vez mejor, recuerdo cuando llegó su cumpleaños y junté a varios amigos suyos para darle la sorpresa de una de las mejores gráficas calidad-precio que había en el mercado. Aún puedo recordar la cara que puso cuando le hice la sorpresa, jamás se me olvidará, no se lo creía el pobre... jajaja.

El curso siguió avanzando y los trabajos nos agobiaban día tras día. Poco a poco la relación con los de mi piso fue cambiando, y me fui uniendo muchísimo más a Bea, mi mejor amiga. También encontré un gran apoyo en mis dos gaticos. Durhkeim se convirtió en algo más que un gato para mi, era mi amigo, mi hermano, lo era todo. Dormíamos muchísimo juntos y jugábamos todo el día, yo me lo pasaba bomba con él, con la gata pues como que nuestra relación era diferente (qué rara parezco explicando mi relación con los gatos de esa manera jaja). Tengo decenas de vídeos guardados que a día de hoy, son  uno de mis mayores tesoros :)


En realidad, siendo sinceros, este blog no creo que sea tan extenso como suelen ser los de final de año, no por nada sino porque hay varios recuerdos que duelen ser recordados y varias palabras que las escribo pero se me clavan en el corazón cada vez que las leo, así que dudo que sea muy largo, o no, lo lo sé.

Llegaron los exámenes finales de junio y todo salió demasiado bien. Recuerdo el último examen que tanto Bea como yo lo llevábamos mal y la tarde de antes se vino a casa con un helado, y entre las dos, conseguimos estudiarnos Teoría, y no solo eso... APROBAMOS! increíble.
Las cosas en el piso se pusieron bastante tensas, había trapos sucios y muchas veces se decían cosas que no tenían que decirse, total, decidí buscar otros compañeros de piso porque no soportaba el ambiente en casa. Lo único que echaría de menos sería a mis dos gaticos, Durkheim y Kimara... aish.

Las clases del segundo cuatrimestre fueron muy divertidas, sobretodo ciudadanía, hacíamos juegos y lo pasábamos bastante bien, ahí fue cuando mi mejor amiga y yo empezamos a relacionarnos mucho más con los demás de la clase, algo que nos vino de perlas tanto a ella como a mi. Nos reíamos muchísimo con ellos y nos gustaba. El separarnos de unos nos unió a otros, siempre lo hemos dicho, pero he de remarcar que el separarme de ellos, fue lo que me hizo ver quien es Bea, una chica increíble. Maravillosa. Y encima cocina de maravilla.
 En cuanto llegó el verano yo ya tenía nuevo piso y nuevas compañeras, unas compañeras que aún a día de hoy conservo y de las que estoy muy orgullosa, aish qué risas... El piso está muy cerca de la facultad, es pequeñito pero acogedor, aunque tenemos un perro horrorooooooooooso abajo que nos molesta y un vecino que no deja de poner la música, pero aún así todo va bien.

Este año me hizo aprender lo que es el amor, lo he visto de cerca, muy cerca. He sido muy feliz con él. Aunque las cosas empezaron a torcerse con el paso de los meses. Llegó julio y estuve con él unos días y para mi, mi mundo entero giraba a su alrededor, bebía de sus besos, respiraba con sus miradas.... lo era todo, absolutamente todo para mi. Hicimos varias cosas, ir al cine, ir a un pantano y pasar el día, todo maravilloso. En mi cumpleaños recuerdo como me hizo varias sorpresas... También recuerdo como nos gustaba patinar... Pero como he dicho antes, no quiero hablar más de este tema, ya que aún escuece.

Pero llegó Septiembre, y lo pongo en mayúsculas porque ha sido uno de los peores meses de toda, insisto, toda mi vida. Empezó con un problema familiar enorme. Eso consiguió que me viniera abajo de nuevo y mi ansiedad volviera a aparecer, habiéndose ido ya a principios de marzo. Las cosas empezaron a ir mal en mi relación, yo no podía con tanto dolor y mi pareja pues se cansaba de verme tan mal.
 La cosa fue que en agosto decidimos V y yo hacer un viaje a Bruselas-Brujas-Gante. Y a finales de Septiembre es cuando teníamos la reserva, pero yo estaba demasiado mal... aún así, saqué fuerzas de donde ya no había e hicimos ese viaje, fue algo maravilloso, lo mejor que he hecho en mi vida, aunque ahora me duele más que cualquier otra cosa.
Y llegó octubre, fue cuando mi pareja decidió dejarme. Yo acabé destrozada, mi mundo era él y sin él nada tenía sentido. Pero al cabo de los días volvió conmigo, ahí fue cuando empezó otra pesadilla. Cansada y agotada mentalmente de tantos problemas decidí  acudir a un especialista a que me ayudara a superar ciertas barreras. Y realmente no me ayudó mucho pero bueno, al menos lo intenté.

Terminó Octubre y comenzó Noviembre. Yo pensé que la crisis que tuve con mi pareja se había terminado pero no, no era más que el comienzo de una maldita pesadilla que a día de hoy me cuesta asimilar. Día 18 de noviembre a las doce de la mañana, a mi chico se le cruzaron los cables y volvió a dejarme sin motivo aparente. Entre unas cosas y otras yo no entendía nada, no podía comprender que es lo que estaba pasando y por qué lo estaba haciendo. Finalmente, se decidió en darme un tiempo, una semana. Semana en la cual dejé de comer, no podía dormir, no podía hacer absolutamente nada y para colmo, tenía un examen. Como pude me apoyé en varios amigos y estudié todo lo que estuvo en mi mano. Comencé a restaurar ciertos lazos que había perdido por estar ciegamente enamorada, algo que me alivió bastante. Mi tía me llamaba todos los días ayudándome. Pero poco a poco empecé a abrir los ojos, a ver las cosas desde otra perspectiva, pero el corazón manda muchas veces, y mi fe ciega y el amor que sentía hacía él me obligaba a esperar una semana. Llegó el día 25 de noviembre, el 25 N de negro le llamo. Me dejó. La cosa se fue de las manos, el dolor sobrepasaba los límites que yo había conocido hasta el momento. Me obligaron a irme a casa con mi familia. Allí estuve llorando hasta quedarme totalmente seca, pero conocí a alguien, más bien, volví a conocer a alguien, a mi madre. Esa mujer que me ha sacado de tanto dolor, me apoyó más que nadie. Me escuchó horas seguidas como yo lloraba sin entender apenas nada, nos abrazábamos la una a la otra llorando por este año fatídico. Un año plagado de dolor y de dudas. Mi madre, esa mujer luchadora que me demostró en esa semana que estuve en mi pueblo lo que jamás había sentido con ella. Pasión por mi madre.

A día de hoy, un mes después, las cosas empezaron a ir poco a poco mejor, pero de manera muy lenta. Comencé a recuperar a varios amigos que no tenía que haber dado de lado, me di cuenta gracias a otros de lo negro que era todo, o sea, otra perspectiva de todo y casualmente muchas cosas coincidían, eso era algo que me dolía aún más pero a la vez, me ayudaban a salir de ese bucle de dolor infinito. Volví a hacer lo que quería, tenía muchísimo tiempo para mi, en varias ocasiones cogía el móvil y me daba vueltas por Granada escuchando música y pensando. Pensando muchísimo. No tengo blog para escribir y agradecer a todos los amigos y amigas que han estado apoyándome día tras día, me quedo sin palabras, aunque el mayor apoyo he sido yo misma. He conseguido "salir" de ese pozo aunque aún me queda mucho que subir, pero ya comienzo a ver la luz.

Esta última semana en Granada ha sido genial. Mi compañera de piso y yo lo hemos pasado en grande, haciendo locuras y no preocupándonos por nada. He salido, me he divertido e incluso he ido a la discoteca con mi hermana. Se han quedado amigos míos a dormir y hemos estado viendo películas hasta altas horas de la madrugada, he reído como nunca, me he sentido joven, nueva, atractiva incluso, me he sentido VIVA. Estoy conociendo a gente maravillosa, tengo unos amigos increíbles. Tanto mi querida amiga Sierry como Bea se han convertido en pilares fundamentales. Qué no decir de mis amigos de málaga y sevilla que siempre permanecerán ahí. Y de murcia, mi murciano favorito.

Como algunos que me conocen sabrán que este año no he querido escribir mucho aquí sobre el resumen del año ¿por qué? por dolor simplemente. Me duele recordarlo ya que mi ex forma parte de él y pese a todo lo que se ahora, no puedo evitar recordarlo y quererlo. Pero podría decir que ha sido un año lleno de amor, de amistades nuevas y viejas, de dolor infinito por familiares, de la muerte de mi abuela que siempre la llevaré en mi corazón, del descubrimiento de una madre coraje que jamás olvidaré y sobretodo de mi misma. Del valor y la valentía que he tenido al superar todo esto YO sola, porque a pesar de tener cierto apoyo, finalmente la última decisión era mía. Estoy muy, pero que muy orgullosa de quien soy, de lo que he hecho, no me arrepiento de absolutamente nada y me siento ¡maravillosa! He aprendido a empatizar y a saber escuchar, me he vuelto más comprensiva y no sé, diferente, soy una persona totalmente diferente. Creo que todo este dolor, todas estas decepciones me han ayudado para, por primera vez en mi vida, quererme como jamás me había querido. Ahora si quiero, me doy los caprichos que me plazcan. Invito a mi casa a quien quiera, hago lo que quiera y soy feliz, muy feliz. Si que hay ciertos momentos en los que mi mente me traiciona y recuerda a quien no tiene que recordar pero rapidamente me pongo música, canto y se me pasa. Pese a que me han denegado la beca, aún tengo las esperanzas de poder apuntarme a una academia de baile, nada me haría más ilusión ahora mismo.

Mi nombre es Ana Escudero y pese a haber sido uno de los peores  años de mi vida por no decir el peor, aquí sigo, mucho más fuerte y prometo que nada ni nadie me hará llorar de nuevo.

NEVER GIVE UP! 

2 comentarios:

  1. "Y el ave fénix resurgió de sus cenizas"
    Tienes un blog genial, un placer que vuelvas a sentirte VIVA y puedas transmitirnos toda tu magia a través de una pantalla.
    Sonríe, mucho.
    Un gran besito desde Madrid y seguiré leyéndote, no lo dudes ^^

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  2. Hemos tenido un 2014 muy similar. Ya sabes, este 2015 será nuestro, y tú puedes con todo. ¡Nos vemos pronto!

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