martes, 4 de agosto de 2015

Viaje a Motril

- Hola buenas ¿es este el autobús que lleva a Granada?
- Sí, adelante. 

Y ahí comenzó mi aventura. Llevaba mucho tiempo esperando ese momento. El irme con ella unos días. Y así fue. Entrando en Granada, volví a notar como podía respirar de nuevo, como todos mis miedos y problemas desaparecían. Como mi cuerpo, sin entender a día de hoy porque lo hace, se relajó y mi rostro difuminó una gran sonrisa. Bajé del bus y me recreé en el camino. Cada paso que daba era como volver a montar en bicicleta cuando llevas mucho tiempo sin hacerlo. Algo excitante. Nos reencontramos. Ella y yo. En tan solo unos minutos recuperamos ese par de semanas que llevábamos sin vernos. Y en unos minutos, nos volvíamos a unir. Los tres. Mi diada + Ana. Me sentía pletórica. Allí, tomándonos algo fresquito y hablando de nuestras cosas. A pesar de que había pasado muy poco tiempo, tan solo 24 días, a mi me había parecido una eternidad. Me sentía muy a gusto, y eso es algo que a día de hoy, sigo valorando muchísimo. 

A la mañana siguiente viajamos hacia Motril. Había tanta ilusión puesta en ese viaje, que a día de hoy, ya desde Lucena, aún puedo notar las ganas que tenía de estar allí con ella una semana entera. La semana se podría resumir en tantísimas cosas que no cabrían en ningún post del blog, pero diré que he tenido miles de emociones juntas. He estado con mi mejor amiga y hemos reído lo que no está escrito, hemos visto series, hemos nadado kilómetros de piscina, hemos charlado de mil cosas, hemos reflexionado, criticado incluso, nos hemos desahogado juntas. Hemos hecho el tonto a todas horas, además de espantar a las lagartijas cada noche y saludar a los perros cada día.

Por supuesto, pude disfrutar de él. De sus besos, de sus  caricias pero lo más importante, de su sonrisa. Fue genial, a pesar de que intentó intoxicarme con un kebab y casi muero en el intento, pero bueno, algún día me vengaré, por supuesto. 

En esta semana, que no ha sido una semana si no más días, he conocido a gente maravillosa. Me he reencontrado con más personas igualmente increíbles y entre todos me han hecho sentir como en casa. Sentía como que encajaba a la perfección. Ha sido genial, no tengo palabras. 

Quería agradecerle en particular a mi gran amiga Bea, este pequeño viaje juntas, esta primera toma de contacto de convivencia y agradecerle de corazón, que me invitara a estar con ellas estos días tan maravillosos. Gracias pequeñaja, te quiero muchísimo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores