Él

Él. Solo él. A veces tienes miedo de vivir, de salir a la calle e incluso de hacer nuevos amigos. Pero hay personas que consiguen ayudarte a que todo sea mucho más fácil. Y yo tengo esa suerte. Tengo la suerte de tener a alguien a mi lado que se que estará mucho tiempo junto a mi, quien sabe si hasta que la muerte nos separe ¿verdad? y eso es lo mágico del amor, que consigue que una tormenta de problemas se pase de manera más amena. Y todo ha sido gracias a él. Solo él. Juntos hemos creado algo mágico e impensable para mi. Suelo elegir mal a la gente que quiero a mi lado, pero esta vez, estoy segura de que no he fallado, sino al contrario. He encontrado un tesoro. He logrado alcanzar la cima de la felicidad a su lado. He aprendido tantísimo este último año junto a él... y es que, actualmente, estoy recuperándome de uno de los palos más duros que he tenido, y él, siempre ha estado ahí. Cada noche, cada vez que me venía abajo, cada lágrima que yo derramaba, él se encargaba de secarla e intentar que no volviera a salir. Y a día de hoy, saliendo de nuevo a la luz es cuando me doy cuenta de que supe elegir bien. De que hice bien dejándome llevar por lo que sentía. Hoy soy consciente de qué es él para mi. Y es que lo es todo. Me encanta compartir mi vida así con él. Me encanta cocinar con él y enfadarme con él. Cada reconciliación, cada beso, palabra, gesto, mirada... Eso es algo increíble. Esas miradas que consiguen que se detenga el tiempo y dejes de respirar por unos segundos. Esas miradas cargadas de palabras y de sentimientos difíciles de contar... son pequeños detalles que consiguen que siga con la misma ilusión de siempre. Él y solo él. Él y yo. Juntos, always. Eres único. Eres increíble. Eres mágico. Eres mi vida entera. Eres lo que siempre he soñado tener. Eres tú, Cristian.